Los riesgos laborales
En la Norma UNE-EN-ISO 10075 y en las diversas notas técnicas de prevención (NTP) se desarrolla la prevención de los riesgos laborales relacionados con el estrés y la carga de trabajo.

Normas UNE-EN-ISO
La carga de trabajo es un concepto que se utiliza para referirse al conjunto de tensiones inducidas en una persona por las exigencias del trabajo mental que realiza. Forma parte de los riesgos psicosociales que trata de gestionar la prevención de riesgos laborales. Para una persona dada, la relación entre las exigencias de su trabajo y los recursos mentales de que dispone para hacer frente a tales exigencias, expresa la carga de trabajo mental. Para comprender mejor en qué consiste aquello a lo que denominamos carga mental conviene tener clara la distinción que estas normas hacen entre presión y tensión mental.
- Presión (stress) mental. Viene dado por los factores externos a la persona. Es el “conjunto de todas las influencias apreciables, ejercidas por factores externos que afectan mentalmente al ser humano”.
- Tensión (strain) mental. Viene dado por los factores internos a la persona. Es el “efecto inmediato de la presión mental en el individuo (no el efecto a largo plazo) dependiente de sus condiciones previas habituales o actuales, incluyendo todas las formas de reacción”.
Las consecuencias de la tensión mental son dos tipos de efectos: los que facilitan una carga mental saludable y los efectos que resultan perjudiciales.
- Efectos facilitantes:
- Activación: estado interno provocado por la tensión mental relacionado con diferentes grados de eficiencia mental y física.
- Calentamiento: consecuencia de la tensión mental que provoca, poco después del comienzo de la actividad, una reducción del esfuerzo necesario para realizar dicha actividad respecto a del requerido inicialmente.
- Efectos perjudiciales:
- Monotonía: estado de activación reducida y desarrollo lento que puede producirse durante la realización de tareas o actividades prolongadas, uniformes y repetitivas y que está asociado, fundamentalmente, a la somnolencia, el cansancio, la disminución y fluctuación de los resultados obtenidos, la reducción de la adaptabilidad y de la capacidad de respuesta, así como a una mayor variabilidad de la frecuencia cardiaca.
- Vigilancia reducida (hipo-vigilancia): estado de desarrollo lento, con disminución de la capacidad de detección en tareas de monitorización que presentan pequeñas variaciones (por ejemplo cuando se controlan pantallas de radar o paneles de instrumentos).
- Saturación mental: estado de rechazo nervioso, fuertemente emocional, de una tarea o situación repetitiva, durante el que se tiene la sensación de “no avanzar” o “no llegar a nada”.
Los factores de riesgo para la carga mental derivados de la presión que se ejerce externamente a la persona pueden recogerse en cuatro categorías que hacen referencia al entorno y a las conductas, acciones o tareas:
- Exigencias de la tarea.
- Condiciones físicas del entorno.
- Factores sociales y de organización.
- Otros factores.
Por su parte, los factores de riesgo para la carga mental derivados de la tensión que vive internamente la persona no resultan evidentes y hacen referencia a sus capacidades o habilidades.
Medidas para prevenir riesgos psicosociales
La Neuromeditación no es un método para evaluar la carga mental de las organizaciones o de las personas; es un método para gestionarla y se orienta al desarrollo de las capacidades internas de las personas. De esta manera, se ve afectada positiva y beneficiosamente la tensión mental, lo que, a su vez, provoca la disminución del riesgo de los factores derivados de la presión, generando más beneficios en todo el sistema. En otras palabras, la Neuromeditación se dirige a los factores internos de las personas para la gestión de la tensión mental y la disminución de los efectos perjudiciales de la carga mental en general. Con ello se alcanza un mayor bienestar mental y una disminución del estrés, hacia lo que nos orienta la OMS.
Algunas medidas de prevención de los riesgos derivados de la carga mental quedan recogidas en la NTP 534 y complementadas por las indicaciones de la OMS acerca del bienestar mental. A modo de indicación general, se pueden señalar las siguientes:
- Facilitar y orientar la atención necesaria para desempeñar el trabajo.
- Reducir o aumentar (según el caso) la carga informativa para ajustarla a las capacidades de la persona, así como facilitar la adquisición de la información necesaria y relevante para realizar la tarea, etc.
- Desarrollar la capacidad de la persona para la gestión de la carga informativa.
- Proporcionar las ayudas pertinentes para que la carga o esfuerzo de atención y de memoria llegue hasta niveles que sean manejables (ajustando la relación entre la atención necesaria y el tiempo que se ha de mantener). Se encuentra en relación con la primera de las medidas preventivas señaladas.
- Reorganizar el tiempo de trabajo y facilitar suficiente margen de tiempo para la autodistribución de algunas breves pausas durante cada jornada de trabajo, pausas que permitan la recuperación cognitiva en sus distintos grados.
- Rediseñar el lugar de trabajo (adecuando espacios, iluminación, ambiente sonoro, etc.). Será importante la habilitación de espacios para las prácticas de la Neuromeditación.
- Reformular el contenido del puesto de trabajo, favoreciendo una actividad mental ni muy elevada ni muy baja, conforme a los criterios del Alto Rendimiento Profesional de IAR (los expertos no desempeñan tareas que requieren un nivel alto de atención durante toda su jornada.
- Actualizar los útiles y equipos de trabajo (manuales de ayuda, listas de verificación, registros y formularios, procedimientos de trabajo, etc.) siguiendo los principios de claridad, sencillez y utilidad real.
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